Reflexiones y conclusiones

Decidí estudiar la Tecnicatura Universitaria en Educación Profesional (TUEP) a partir de una invitación de tres colegas docentes que se anotaron, y uno de ellos ya estaba cursando el segundo año. Al principio me costó el ritmo intenso de las cursadas, ya que son 5 materias por cuatrimestre con una densidad teórica elevada; numerosos materiales, diversos autores y obras que dan fundamento a la formación profesional, en Argentina y en el mundo.

La dificultad no estaba solamente en las lecturas, algo a lo que no estoy habituado, sino también en el sesgo ideológico que atraviesa la educación en Argentina a partir de los gobiernos populistas. De este modo, todo lo referente a la insistencia con los modelos estatistas, centralizados, el colectivismo y la cultura woke no quedaba afuera de la narrativa en muchas de las materias. En varias oportunidades, por la defensa de mi ideología libertaria, me ví envuelto en tensiones en las que había que ser muy cuidadoso para expresarse, a la vez que dejar claro a los docentes que no se compromete el desempeño académico. Muchas veces en las universidades argentinas a partir del kirchnerismo, hay una línea ideológica que se presume la "normal" o la "correcta", por lo que descubrí que la batalla cultural también se da en las aulas.

Más allá de esa faceta de la universidad pública como institución que debería priorizar la libertad de pensamiento por sobre el control ideológico y el adoctrinamiento, al tomar contacto con los autores pude también ampliar la mirada hacia otros autores que no necesariamente estuviesen incluidos en la bibliografía del plan de estudios, pero que aportaban puntos de vista enriquecedores, me permitían abrir la mente y analizar los temas desde una visión más amplia. Por ejemplo, así puedo recordar autores como Oscar Ozslak, Hannah Arendt, o incluso otros como Ana Catalano en los que no se profundizó demasiado pero que me proponen ampliar la mirada.

También, la TUEP no estuvo ajena a la realidad política argentina, con profundos debates sobre el cambio de rumbo del país, el ocaso de las ideologías colectivistas y el resurgimiento de políticas liberales, más abiertas al libre mercado, con la consigna de la libertad en primer plano.

La TUEP además me permitió conocer y comprender en mayor detalle el ámbito de la formación profesional y la educación técnica en nuestro país, y en especial en la provincia de Buenos Aires.

Sigo estudiando.

Walter Nieto.

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